La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) investiga a Bancaja por presuntas irregularidades en la comercialización de participaciones preferentes entre enero de 1999 y abril de 2010. Así lo comunicó el director financiero de la entidad, Aurelio Izquierdo, a los consejeros de Bancaja durante la última reunión de los órganos de gobierno de la entidad, celebrada el pasado jueves. El regulador del mercado ha remitido sendas cartas a BFA-Bankia, entidad a la que la valenciana transmitió sus activos en el momento de la fusión con Caja Madrid, y la propia Bancaja. En ellas informa de que en la citada venta de preferentes -realizada entre los propios clientes en el mercado secundario con la intermediación de la entidad- no contó con las necesarias garantías para el cliente. En concreto, se le reprocha a Bancaja que no realizara a los clientes un test de idoneidad para determinar si su perfil inversor era adecuado para este tipo de producto. Según el regulador, el número de afectados ronda las 3.000 personas y el importe de las preferentes comercializas de forma irregular alcanzaría los 44 millones de euros.
Izquierdo informó a los consejeros de que en los próximos días responderá a la CNMV que, en el momento en el que se comercializaron, la legislación no exigía la realización de esos test y, además, en el que caso de que hubiera que responder económicamente por ellas, le correspondería hacerlo al Banco Financiero y de Ahorro, matriz de Bankia, como receptor de los activos de la caja valenciana, incluidas estas emisiones.
Fuentes de la entidad aseguraron que la carta de la CNMV es informativa y, por el momento, no se ha producido ninguna reclamación. Si se produjera, ¿quién debería responder por ella? Fuentes financieras consultadas interpretan que, en línea con lo que Izquierdo transmitió al consejo, la caja valenciana, que será disuelta el próximo martes, ya no tendría responsabilidad al haber transferido sus activos a Bankia.
Existe un precedente similar. En marzo de este año, Bancaja tuvo que recomprar participaciones preferentes y obligaciones subordinadas que, según la CNMV, se vendieron erróneamente. Le costó 13,3 millones. Sin embargo, en ese caso fueron comercializadas directamente por la caja, no por clientes en el mercado secundario.
Las Provincias

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