La comercialización agresiva y un perfil inadecuado de clientes han sumido en un grave problema económico a los gallegos.
Desde esta asociación se está trabajando intensamente, y ya son casi una veintena de sentencias las que se han ganado en los tribunales.

Las entidades que han comercializado participaciones preferentes han lanzado diferentes ofertas de canje, que aunque el cliente las acepte, sigue teniendo la posibilidad de reclamar la nulidad del contrato.

El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, acompañado por el delegado de la asociación en Galicia, Jesús Garriga, han ofrecido hoy un almuerzo con la prensa en el Hotel Compostela de Santiago de Compostela en la que analizaron la situación especialmente grave de los clientes de NCG que han visto cómo el dinero que ellos creían invertido en depósitos seguros se había esfumado cuando iban a reclamarlo a la sucursal, ya que en la mayoría de los casos, sin ellos tener conocimiento, les habían ‘colocado’ participaciones preferentes.

En la mayoría de los casos estas ‘participaciones preferentes’ fueron vendidas en muchos casos a personas sin apenas conocimientos financieros, gente mayor e incluso analfabetos que llegaron a retirar su dinero de depósitos a plazo fijo a instancias de los comerciales del banco, que les prometieron una mayor rentabilidad, con la misma seguridad. Pero la realidad les ha acabado por demostrar que las preferentes no eran, ni mucho menos, lo que les habían contado.

De hecho, la CNMV reconocía hace unos meses «defectos no generalizados, sino puntuales» en la colocación de participaciones preferentes de bancos y cajas, y advertía que «no le parecía adecuado» su canje por productos más complejos. Y desde NCG se ha llegado a pedir disculpas a los clientes por la forma de ‘colocar’ estos productos.

No es nada habitual que desde una entidad financiera se pida claramente perdón a sus clientes por su forma de obrar. Pero ¿cómo se ha llegado a esta situación? Las participaciones preferentes son unos instrumentos financieros emitidos por cualquier tipo de sociedad que no otorgan derechos políticos al inversor; carecen de vencimiento; en caso de concurso de acreedores, sus tenedores son los últimos inversores en cobrar, sólo por delante de los accionistas; y la retribución pactada como pago de intereses se condiciona a la obtención de beneficios por parte del emisor.

Además, en caso de quiebra de la entidad emisora, no están garantizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos.

El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, considera que «las participaciones preferentes por sí mismas no pueden considerarse como un mal producto. El problema ha sido que se han ‘colocado’ indebidamente a personas cuyo perfil inversor no correspondía con el del producto. Dicho de una manera sencilla: se ha producido una mala venta del mismo». Debido a sus características, las preferentes no parecen un producto destinado a pequeños inversores, de perfil conservador. Sin embargo, las necesidades de capital de las entidades tras la crisis desencadenada en 2008 por la quiebra de Lehman Brothers hizo que muchas entidades se lanzaron a la comercialización masiva de preferentes entre clientes minoristas.

Esta comercialización masiva de participaciones preferentes a los pequeños inversores se realizó aprovechando la tradicional confianza de muchos clientes en sus entidades financieras ‘de toda la vida’. Una confianza que los clientes de banca ya han aparcado, tras las experiencias negativas sufridas con las permutas, la cláusula suelo y, ahora, con las preferentes.

A estas alturas, ya no es necesario advertir que un empleado de banca no busca lo mejor para el cliente, sino lo mejor para la entidad en la que trabaja. Por eso, al venderles las preferentes, destacaron su rentabilidad y obviaron advertir, por ejemplo, que carecen de liquidez, que no tienen vencimiento o que el cobro del ‘cupón’ está supeditado a que la entidad obtenga beneficios.

Así se logró que, por ejemplo, Caixa Galicia vendiera en mayo de 2009, 300 millones de euros en preferentes, prometiendo a los clientes un interés del 7,5% anual.

En el caso de las empresas, los empleados de las entidades financieras comercializadoras les ofrecieron las preferentes al tiempo que negociaban la concesión de líneas de crédito y otros productos para empresas.

Cómo recuperar el dinero
Numerosos clientes atrapados por las preferentes han logrado recuperar el dinero que habían invertido, gracias a las demandas individuales interpuestas por Ausbanc, en su nombre, contra las entidades financieras comercializadoras.

Desde la asociación se está trabajando intensamente en recuperar el dinero de estos inversores ‘engañados’ y ya son casi una veintena de sentencias las que se han ganado en los tribunales. «Desde Ausbanc recomendamos las reclamaciones individuales: cada caso es un mundo y hay que analizarlos por separado; ya hemos demostrado que es la única vía para ganar» afirmó Luis Pineda durante la rueda de prensa.

Los Servicios Jurídicos de Ausbanc apuntan que estos asuntos, y en la medida en que lo que se analiza es el error en el consentimiento de una persona que firma un contrato sin conocer su trascendencia, han de verse de forma individual, porque puede suceder que un cliente no tenga ese conocimiento informado al firmar, y otro sí.

Oferta de canje
Las entidades que han comercializado participaciones preferentes han lanzado diferentes ofertas de canje dirigidas a los clientes, con diversas ofertas. Algunas de ellas ya se han cerrado y otras están por determinar.

Entre las ofertas se encuentran depósitos a diversos plazos, bonos convertibles o acciones. A la hora de enfrentarse a estas ofertas de canje, es importante asesorarse bien sobre la conveniencia del mismo, no firmar nada sin haberlo leído detenidamente, y consultar cualquier duda con un experto.

También es importante saber que aunque se acepte el canje, el cliente sigue teniendo la posibilidad de reclamar la nulidad del contrato.
ausbanc.es 19.12.2012

Rate this post