El director general de BFA y director de participadas de Bankia, Manuel Lagares, ha admitido en la Audiencia Nacional que propuso al consejo de administración del banco una operación de recompra de preferentes que supuso pérdidas para la entidad «en atención a la clientela» y para proteger a ésta.
La operación, que se llevó a cabo en marzo de 2012, consistió en la recompra de 1.274 millones de euros en preferentes y bonos subordinados de Bancaja, Caja Rioja, Caja Ávila, Caja Segovia, Laietana e Insular de Canarias, ofreciendo a los inversores un canje por acciones por el importe equivalente al 75% de su inversión, aunque si mantenían los títulos durante un año recibirían el 100%.
Aunque el Banco de España autorizó la operación, también advirtió en un informe de que, a esos precios, «el lucro cesante para BFA (…) podría ser de hasta 1.000 millones de euros en caso del 100% de aceptación y de fidelización», ya que «dos expertos independientes» habían valorado los títulos en el 21% de su nominal.
Durante su declaración como testigo ante el juez Fernando Andreu, Lagares ha asegurado desconocer ese escrito, asegurando que debía ser un «informe interno», y ha dicho que sólo tuvo noticia del que autorizaba la recompra.
Preguntado si nadie en BFA puso pegas a la operación en vista del perjuicio patrimonial que podía ocasionar, Lagares ha dicho que no y ha insistido en que la recompra se autorizó «en atención a la clientela».
El directivo de Bankia sí ha reconocido que otra operación que tuvo lugar en esas mismas fechas, referida a una emisión de Bancaja, tuvo su origen en una inspección de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que terminó obligando a la entidad a recomprar obligaciones subordinadas por importe de 13,3 millones de euros, al detectar «conflictos de interés» en su comercialización.
La recompra se efectuó asimismo al 100 % del valor nominal de los títulos y se ofertó a los clientes afectados por el conflicto de intereses que habían adquirido los valores entre el 6 de abril y el 12 de junio de 2009.
El testigo también ha sido preguntado acerca del informe emitido por la CNMV el pasado 13 de marzo en el que se decía que Bankia, Caja Madrid y Bancaja beneficiaron a unos clientes en perjuicio de otros, a los que vendieron las participaciones preferentes de las que se deshacían los primeros a precios «alejados de su valor razonable».
Lagares ha asegurado desconocer ese informe y en qué consistían los conflictos de intereses que se exponen en el mismo y ha añadido que tampoco sabe si la entidad ha iniciado algún procedimiento interno para compensar a los clientes perjudicados, ya que esa no es su labor.
En este sentido, el directivo de Bankia ha dicho que en ocasiones presentaba al consejo de administración informes sobre asuntos que no eran de su competencia por indicación del expresidente de la entidad, Rodrigo Rato.
También ha señalado que no participó en la elaboración del plan de viabilidad que éste presentó al Banco de España en mayo de 2012, aunque sí hizo algunas propuestas de desinversión en participadas que se incluyeron en el mismo.
Lagares, según las fuentes consultadas, se ha desvinculado asimismo de la elaboración de las cuentas de BFA, diciendo que no tiene ninguna responsabilidad en las áreas financiera, contable o de auditoría de riesgos.
elmundo.es 17-9-2013