¿Qué son los productos estructurados?
La adquisición sin información suficiente por parte de muchos inversores, que compraron productos estructurados en los bancos ocasionó la pérdida de sus ahorros, que actualmente ya pueden recuperar demandando a las entidades.
Definición y características principales de productos estructurados
Este tipo de productos financieros se ofrecieron a inversores por el beneficio en alza y las ganancias que se obtenían en el mercado bursátil. También se podía elegir una estructura en baja, pero siempre que garantizara la recuperación posterior del 100% de la inversión o bien una parte importante del capital inicial. Los depósitos estructurados son un ejemplo característico de estos productos. El emisor que en este caso es el banco, debía garantizar la rentabilidad al vencimiento de estos valores que se encuentra ligada a variables, como pueden ser: tipos de intereses, índice bursátil, inflación y acciones.
Las funciones y características de los bancos han complicado con el tiempo la forma sencilla de los productos estructurados simples, convirtiendo los mismos en valores complejos que requerían explicación e información amplia para el comprador. Su valoración dependía de distintos factores para ser considerados mejores o peores:
- Volatilidad: cuanta más alta sea el producto será más caro.
- Tipos de intereses: al ser más alto se obtiene una mejor disponibilidad de compra por su porcentaje de rentabilidad.
- Intermediario: la comisión de la entidad dependerá de la contratación en forma de depósito, cuyo interés será siempre más bajo que el conseguido en el mercado bursátil.
La estructuración se refiere al tipo de obligación, con excepción de los tipos gubernamentales o corporativos que no tienen garantía, pudiendo presentarse una estructura simple. Las titularizaciones son un ejemplo de estos productos, también los bonos con tipos de intereses dotando a los inversores del riesgo que deseaban adquirir. El tipo de productos estructurados puede ser sencillo o complejo, considerándose que los inversores minoristas no adquieren los de alta complejidad. En el caso de los bonos gubernamentales se clasifican en SPV, que son los instrumentos de propósito especial denominados con las siglas en inglés, donde una entidad que controla negocios subsidiarios consigue aislar el riesgo que representan a nivel financiero.
Estos valores son a tipo fijo, pero se pueden convertir de forma alterna en tipos flotantes y tipos basados en índices de rentas fijas inclusive de acciones. Se pueden emitir desde el banco, entidades no financieras y desde un SPV. Son conocidos también como créditos estructurados, cuando conllevan riesgos en relación con los productos estructurados o con el crédito corporativo. En los últimos años han crecido notablemente las estructuras reverse, donde los emisores se pueden reservar el derecho respecto al vencimiento del contrato. Esta condición implica la entrega del efectivo o las acciones, según la liquidación que se haya acordado previamente, pero el dinero invertido no está garantizado.
Los empleados de las entidades bancarias reciben grandes comisiones cuando consiguen colocar productos estructurados a sus clientes, ¡no confíe en un empleado de banca!
Las personas afectadas por este tipo de productos estructurados adquiridos en las entidades bancarias, pueden recuperar la inversión. Los profesionales de Aliter Abogados ya han conseguido ganar sentencias, para clientes que han perdido sus ahorros con las demandas en la justicia, llame y consulte sin compromiso.