¿Cómo funciona un Swap?
El Flujo de efectivo de cada parte será el resultado de aplicar al nominal contratado el tipo de interés establecido, y según la venta indiscriminada entre clientes minoristas en los contratos se han ofrecido; al Cliente el tipo fijo y al Banco el Euribor del mercado (variable), calculado sobre el plazo que el contrato establezca.
El intercambio en la práctica da lugar a una Liquidación por diferencia entre los flujos de efectivo a pagar por cada parte, y atendiendo a quién resulte favorable se realizará esa única liquidación de cargo o abono (por eso el pago de uno es el cobro del otro como señala la definición).
Por lo tanto ese intercambio de flujos puede resumirse en un intercambio de tipos de interés, en el cual; si el tipo variable se sitúa por encima del tipo fijo el Cliente cobrará del Banco y en caso contrario pagará al Banco.
De esta forma en la permuta financiera quedan establecidas claramente las obligaciones (compromisos de pago) de las dos partes.
Al tratarse de un mero intercambio, en el que supuestamente un contratante tiene un tipo de interés variable que pagar (cliente) y quiere convertirlo en lo posible en un tipo de interés fijo, para lo cual va a pagar el tipo de interés propuesto en el SWAP, siendo la otra parte del contrato (entidad bancaria) quien pagará el tipo variable, resulta obvio que inicialmente nadie participará en ese intercambio si antes de empezar está perjudicado.
La pregunta que sigue es fácil ¿es posible conocer antes de firmar un intercambio de tipos de interés o SWAP quién está perjudicado? y la siguiente también es sencilla ¿en qué importe?
Las respuestas son sorprendentes. SÍ se puede conocer si antes de firmar el SWAP un contratante podía realizar más pagos que el otro a lo largo de la duración del intercambio de forma que resultaba perjudicado, y por supuesto SÍ se puede valorar.
Es más existen programas específicos para realizar estos cálculos que no solo son costosos económicamente hablando sino que también lo son en términos de la formación necesaria para utilizarlos. Destacar que estos programas están al alcance de las entidades bancarias puesto que el mismo sistema por el que se obtiene este Valor Inicial (Net Present Value) es el utilizado para calcular el Coste de Cancelación.
Para terminar con el funcionamiento del SWAP, entonces sí el contrato firmado es un puro intercambio y sólo interesará a los contratantes inicialmente si están en igualdad de condiciones, qué ocurre cuando el NPV es desfavorable a uno de ellos. Pués lo lógico que la otra parte del contrato si quiere que se realice ofrecerá el pago del importe por el que su contraparte está descompensada, en la práctica cuando ambos contratantes son entidades financieras o clientes profesionales se realizan estas compensaciones, en la realidad que nos ocupa cuando una parte del contrato ha sido un cliente minorista que no tenía acceso a las valoraciones ni disponía del conocimiento necesario sobre el funcionamiento de un SWAP no ha existido ningún pago, se ha ofrecido ‘a coste 0,00′.