Se vende: solo fondos.
A veces lo que más lamentamos en Aliter Abogados “es tener razón” como dice nuestra compañera María José Alamar Casares. Y esta, es una de ellas. En nuestro despacho de abogados en Valencia llevamos años incidiendo en que estábamos permitiendo -a todos los niveles- que España se vendiera al mejor postor.
Lo sorprendente es que, a grandes rasgos el resto de la población (entre los que incluimos a nuestros queridos banqueros y políticos) no nos hemos dado cuenta o no hemos querido darnos cuenta. Y el espolio -por parte de los fondos de inversión- sigue.
Aunque, en realidad los derechos constitucionales están vendidos desde el momento que en el Art. 51 de la Constitución Española se dice que:
TÍTULO I. De los derechos y deberes fundamentales.
Capítulo tercero. De los principios rectores de la política social y económica.
Artículo 51.
- Los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses económicos de los mismos.
Y decimos VENDIDOS ya que esa defensa, por parte de los poderes públicos (indistintamente de colores e ideologías) han permitido que se negocie con nuestros derechos fundamentales. Se han vendido las viviendas, los préstamos personales, la Sanidad, las editoriales de libros, los negocios y el ocio… ¡a macro fondos! Por lo tanto, en realidad lo que se ha vendido es el bienestar social. Y todo ello: bajo la aprobación y supervisión de nuestros poderes públicos.
Se ha priorizado hacer caja -las entidades bancarias- antes que proteger al consumidor -la población- y así nos va.
En el ámbito jurídico estamos limitados; parece que no quieren que arreglemos el entuerto. No nos han dejado ejercitar los retractos de crédito litigiosos amparándose en macro intereses que justamente solo favorecen a las entidades bancarias que arrojan millones de resultado positivos en sus cuentas (y que hace unos años, cuando era fácil el acceso a esos créditos, tuvimos que rescatar)
No queremos ser agoreros, pero esto acaba de empezar. Señoras y señores: España se vende. ¡Al mejor inversor!