Caja Madrid vendió preferentes saltándose los límites y colocando estos productos a clientes con un perfil de inversión demasiado conservador. No lo dicen los afectados o alguna sentencia judicial salida de tono, sino la propia CNMV. Las siete malas prácticas de Caja Madrid con las preferentes, según la CNMV.
Así lo expone el supervisor en un duro informe elaborado en 2010, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, en el que detecta hasta siete irregularidades en la mayor venta de preferentes de la historia de España. Cerca de 92.000 clientes invirtieron 3.000 millones en ella. “No se considera apropiado que su entidad decidiera que las participaciones preferentes serie 2009 se ajustaban a clientes cuyo perfil de la inversión era moderado”, acusa el informe, dirigido a Caja Madrid, en el que no se especifica si estas prácticas han sido motivo de un expediente sancionador. Este segmento de la clientela –perfil moderado- contaba con una volatilidad media admitida de entre el 2% y el 5,5%, “mientras que la volatilidad histórica calculada de las preferentes en un periodo de tiempo suficientemente largo rondaba el 12%”, añade el documento. Por ello, sólo inversores más arriesgados (perfil dinámico) podrían haber invertido en las preferentes, según advirtió la CNMV. Pero estas advertencias llegaron tarde, ya que los clientes que invirtieron en estos productos se vieron afectados primero por la escasa liquidez de las preferentes y después por la caída de Bankia, que ha hecho que tengan que contribuir al rescate con un recorte severo en sus ahorros –a no ser que hayan acudido a los tribunales o al arbitraje-. Los siete puntos Estos dos riesgos – crédito y liquidez- no fueron valorados apropiadamente por Caja Madrid en su emisión, según las advertencias realizadas por la CNMV. Estos son los siete puntos sobre los que ponía el acento el supervisor:
1.- Caja Madrid vendió preferentes a un perfil de inversores Moderado, cuando sólo debía haberlo hecho a clientes más arriesgados.
2.- La caja presidida aquel entonces por Miguel Blesa omitió algunas de las advertencias que le había remarcado la CNMV en el documento distribuido a su red comercial.
3.- Cuando el test de idoneidad era negativo, la entidad recurría a la venta directa, que sólo exige que el cliente se declare responsable de su decisión.
4.- Caja Madrid realizó test de conveniencia mal planteados de inicio, que casi no preguntaban a los clientes por su conocimiento de las preferentes, tan sólo del mercado o de la renta fija en general.
5.- La entidad también realizó un test de idoneidad poco ajustado para determinar el conocimiento de los inversores en preferentes.
6.- Caja Madrid creía que los test realizados valían indefinidamente en el futuro, algo en lo que no se mostró de acuerdo la CNMV.
7.- La caja no actualizaba periódicamente el perfil de inversión de sus clientes, incluido su nivel de rentas y sus expectativas de rentabilidad.
expansion.com 2-10-2013