Abogado concursal en Valencia
Concurso de Acreedores. Consulta GRATUITA
Guía definitiva sobre el concurso de acreedores
A la hora de informarnos acerca de en qué consiste un concurso de acreedores, puede ser complicado encontrar información fiable. Sin embargo, es muy importante conocer esta opción que tiene toda empresa y que puede suponer la salvación de la misma, evitando que tenga que declararse en quiebra.
Pero, además, también dependerá de este concurso el mantenimiento de los puestos de trabajo y de la integridad patrimonial de sus administradores. Algo que en ninguna circunstancia se daría si la organización se declara en quiebra.
En este contexto, resulta imprescindible contar con el asesoramiento de abogados para concurso de acreedores en Valencia, profesionales que dominen tanto el derecho laboral como el derecho civil, y que tengan años de experiencia responsabilidad civil.
El Aliter Abogados, nuestro despacho de abogados en Valencia, ofrecemos una amplia gama de servicios en el ámbito concursal, proporcionando a nuestros clientes la seguridad y la eficacia que solo abogados concursales con una sólida formación y trayectoria pueden ofrecer. Entendemos que cada caso es único y que, por ello, requiere una atención especializada y personalizada.
Nuestros abogados concursales en Valencia están preparados para guiar a las empresas en cada etapa del procedimiento concursal, asegurándose de proteger los intereses de la organización y de sus administradores. La responsabilidad de los administradores es un tema delicado en estos procedimientos, y nuestra experiencia en responsabilidad civil se convierte en un activo crucial para nuestros clientes.
Creemos firmemente en la importancia de explorar todas las vías posibles antes de iniciar un concurso de acreedores. Por eso, ofrecemos asesoramiento en la negociación y formalización de un acuerdo extrajudicial de pagos, una alternativa que puede evitar la necesidad de recurrir a concursos de acreedores y que, en muchos casos, resulta ser la mejor solución para todas las partes involucradas.
Si se enfrenta a la complejidad de los concursos de acreedores y busca un despacho de abogados en Valencia que combine experiencia, conocimiento y enfoque personalizado, Aliter Abogados es su mejor opción. Con nosotros podrá contar con la tranquilidad de estar en manos de expertos en derecho laboral, derecho civil y concursos de acreedores.
Nuestros abogados concursales se encuentran comprometidos con la defensa de sus intereses y con la búsqueda de las soluciones más adecuadas y beneficiosas. Si busca un equipo de abogados para concurso de acreedores en Valencia, Aliter Abogados es la respuesta.
Por este motivo, en esta guía vamos a tratar este concurso de una manera profunda pero a la vez sencilla y clara. Solo de esta forma será posible que entendamos a la perfección en qué consiste, cómo solicitarlo y de qué partes consta.
Índice de Contenidos
- 1 Abogado concursal en Valencia
- 1.1 Guía definitiva sobre el concurso de acreedores
- 1.2 ¿Qué es un concurso de acreedores?
- 1.3 Fases de las que consta el concurso
- 1.4 ¿Cuándo debemos declararnos en concurso?
- 1.5 ¿Cómo nos podemos declarar en situación concursal?
- 1.6 Concurso de Acreedores Exprés
- 1.7 Concurso express Nueva Ley Concursal
- 1.8 Concurso express y trabajadores
- 1.9 Ventajas del concurso de acreedores
- 1.10 La importancia de contar con los servicios de un abogado mercantil
¿Qué es un concurso de acreedores?
Este concurso es una herramienta jurídica cuyo objetivo se centra en solventar los problemas de liquidez de una empresa. Cuando, por cualquier motivo, un empresario no puede hacer frente al pago de sus obligaciones en los plazos establecidos, una de las opciones de las que dispone es declarar la compañía en concurso de acreedores.
De esta manera, no es difícil que entendamos que la declaración de esta situación en una organización no tiene relación alguna con el desbalance de las cuentas o con los recursos propios.
Por el contrario, esta condición está relacionada con la solvencia de la empresa (es decir, la persona jurídica), o, más bien, con la insolvencia de la misma. Insolvencia que debemos entender como la situación en la que el empresario no puede hacer frente al pago de las deudas que ha contraído a su vencimiento, ya sea con recursos propios o ajenos, y puede declararse en suspensión de pagos.
Si esta situación se prolonga en el tiempo o se da de manera generalizada, la organización en cuestión ha de considerarse en situación concursal.
Por otro lado, resulta de vital importancia tener en cuenta que este concurso está diseñado para que los acreedores puedan presentar y negociar un convenio que permita saldar las deudas a la vez se pueda favorecer la continuidad de la empresa. De esta manera, el empresario o deudor ha de hacer un balance de todos los adeudos acumulados y estimar en cuánto tiempo se podrían pagar y con qué condiciones.
Cuando esto se tiene claro, se redacta el convenio y se le presenta a los acreedores. Dichos acreedores aceptarán si están de acuerdo o tratarán de negociar y cambiar ciertos puntos para llegar a un acuerdo definitivo. Cabe destacar que los primeros en cobrar tras la finalización del concurso serán los acreedores, ya que los administradores tendrán que saldar sus deudas poco a poco conforme se estipule en el convenio acordado.
El trato más común
Para que podamos explicar algo mejor cómo suelen ser las propuestas que ofrecen los deudores, vamos a poner un ejemplo de una que suele ser la más común dentro de los procedimientos concursales.
Normalmente, el empresario presenta una propuesta de pago que hace frente únicamente al 50 % de la deuda que tiene con cada acreedor. Pero, además, se contempla una espera o calendario de pagos que puede extenderse hasta cinco años tras la finalización del proceso del concurso.
Es decir, que las deudas se pagarían poco a poco durante los próximos cinco años según se acuerde en el convenio. Obviamente, esta cantidad no estaría sujeta a carencia ni intereses, suponiendo, de esta manera, un trato muy favorable para la empresa si se llegara a un acuerdo.
Por tanto, el objetivo principal de este procedimiento es que los nuevos recursos que obtenga la compañía endeudada se destinen a continuar con su actividad en lugar de a saldar los adeudos que se hayan contraído. Realmente, es bastante similar a la Ley de Segunda Oportunidad a la que pueden recurrir las personas físicas que no pueden hacer frente a sus deudas.
Fases de las que consta el concurso
A la hora de hablar de las fases del concurso de acreedores siempre debemos recordar que el derecho concursal establece que son seis. No obstante, en la práctica una empresa solo ha de enfrentarse a cuatro fases.
Ahora bien, para que todo este proceso quede claro debemos hablar de la figura del administrador concursal.
Consulte a un Abogado Experto en Concursos de Acreedores
Propuesta de convenio
Una vez que todo esto queda solucionado, entraríamos en la segunda fase del concurso. En el momento en el que se extingue el plazo de la fase común, en los siguientes 15 días, el juez dictará auto y pondrá fin a la fase anterior y abriendo la de convenio.
Para esto se convocará una junta de acreedores en la que se deberá aprobar dicho convenio. El plazo para hacer esto será de un máximo de tres meses. Tendremos un plazo de 15 días para presentar la propuesta de convenio.
Como hemos mencionado anteriormente, el convenio hará una propuesta en la que se saldará el 50 % del importe a deber en un máximo de cinco años. Como efectos de su cumplimiento, se contará con los recursos próximos que genere la empresa, ya que esta va a proseguir con su actividad empresarial. A este convenio deberá acompañarle un plan de pagos y de viabilidad.
Para que este convenio se apruebe, se necesitará el voto del 50 % pasivo ordinario. Debemos tener claro que si la Seguridad Social y Hacienda se niegan, habrá que negociar otro distinto.
Si la propuesta es aceptada, se le entregará al juez para que la apruebe. Si ningún acreedor formula oposición, el juez dictará sentencia y aprobará el convenio. Cuando la sentencia se haga firme, los efectos del concurso y del administrador concursal cesarán.
En cuanto al periodo de tiempo que abarca esta fase, todo dependerá de si hay o no impugnaciones. En caso de que no las haya, suele durar entre 8 y 10 meses desde que se presenta la solicitud.
Empresa en liquidacion
Vamos a considerar que este periodo sería la tercera fase. No obstante, debemos tener claro que esta no siempre se produce, ya que no siempre se da la liquidación.
Esta se da cuando no se opta por la salida del convenio. Si los acreedores no aceptan tras un proceso de negociación, se abrirá la fase de liquidación.
En esta etapa se creará un plan de liquidación que habrá que presentar ante el juzgado para que un juez mercantil lo apruebe. Tras esto, se enviará a los acreedores, que deberán manifestar lo que convenga en base a su derecho.
Cuando se apruebe la liquidación, se pasará a la venta de todo el patrimonio que tenga la empresa. La finalidad de esto es saldar por completo todas las deudas, pero la consecuencia será el cese de la actividad de la empresa con el consiguiente despido de todos los trabajadores.
Finalización del proceso
Esta sería la etapa final en la que, una vez se haya cumplido el convenio o liquidación, se presentará ante el juzgado un informe con una justificación de que se ha hecho efectiva la acción escogida. Si el juez estima que, efectivamente, ya se ha hecho efectiva la acción, declarará auto del proceso.
En caso de que todo vaya bien y no haya reclamaciones o impugnaciones, se llegará a esta etapa pasados los 12 meses desde que se comenzó todo el proceso. No obstante, esto es algo poco común, ya que siempre hay algún acreedor que reclama o impugna, lo cual retrasa algo más todo este proceso.
¿Cuándo debemos declararnos en concurso?
Precisamente por las ventajas de este instrumento jurídico, la ley concursal establece unos requisitos mínimos y consideraciones que hay que cumplir para que nuestra petición sea aceptada. De esta manera, la ley es muy clara y se refiere a insolvencia como a la imposibilidad completa de cumplir con los compromisos crediticios que ha contraído la empresa. Por tanto, podemos entender que existe una diferencia bastante considerable entre este concepto y el de una situación transitoria o temporal que puede darse de forma esporádica en la organización.
Básicamente, lo que la ley estipula es que la empresa tiene que estar atravesando una situación económica de extremada dificultad. Situación que, además, tenga bastantes posibilidades de desembocar en la quiebra de la compañía.
Así pues, para evitar esta situación extrema, se concederá la consideración de concurso de acreedores, ya que será la forma más adecuada para saldar las deudas y salvar los puestos de trabajo.
Señales que indican que una empresa es insolvente
Con el objetivo de que esta consideración de insolvencia quede completamente clara, a continuación vamos a aportar más información.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la empresa ha de llevar cierto tiempo teniendo serias dificultades para hacer frente a todos los pagos. Por tanto, si durante un trimestre la empresa pasa por dificultades, no necesariamente esto va a significar que esté en situación concursal.
Así pues, debe producirse una situación prolongada de impago a proveedores, impago a trabajadores, a colaboradores e impago de impuestos durante varios ejercicios consecutivos.Y esto tiene que deberse a una incapacidad generalizada y absoluta. Bajo ninguna circunstancia se admitirán solicitudes que aleguen impagos aislados o esporádicos.
Cuando se dé esta situación de insolvencia de forma prolongada, los administradores de la organización deberán poner las cartas sobre la mesa y trazar un plan de actuación. Esto es harto importante, ya que si se demuestra que los administradores no han tomado las medidas necesarias para frenar y solucionar esta situación, las consecuencias pueden ser muy graves. Entre ellas, la más temida suele ser el hecho de que tendrán que responder con su propio patrimonio presente y futuro para pagar a los acreedores.
Por otro lado, tampoco podemos olvidar que el objetivo del concurso es reordenar la deuda de forma que la empresa pueda proseguir con su actividad económica. Por consiguiente, nada más que se perciba que la situación comienza a ser insostenible, habrá que hacer los análisis y estimaciones pertinentes de la contabilidad y valorar la posibilidad de declararnos en situación concursal.
Por último, destacar que la imposibilidad de hacer frente a los pagos puede estar dándose en el momento en el que se presenta la solicitud o preverse por el estado de la contabilidad de la organización. Lo más importante, ante todo, es contar con pruebas que demuestren que se está dando esta tesitura en la compañía.
¿Cómo nos podemos declarar en situación concursal?
Una vez que la empresa sabe que no hay otra solución más que la de declararse en concurso, existen ciertos pasos que hay que seguir. El primero de ellos es personarnos ante los juzgados de lo mercantil de la provincia donde esté domiciliado el deudor, en este caso la empresa.
Cabe destacar que necesitaremos acudir acompañados de un abogado y procurador. Por ello, lo primero que hay que hacer es acudir a un abogado mercantil especializado en este tipo de procesos.
Consulte a un Abogado Experto en Concurso de Acreedores
Concurso de Acreedores Exprés
Muchas de los autónomos y empresarios que llegan al concurso de acreedores son sociedades pequeñas cuya masa activa no les permite atender los gastos del procedimiento, entre otros. Por ello, en 2015 la Ley Concursal 22/2003 en su artículo 176 bis 470 en el texto refundido permite al Juez que acuerde la conclusión por insuficiencia de masa en el mismo auto de apertura del concurso de acreedores.
“También, podrá acordarse la conclusión por insuficiencia de masa en el mismo concurso cuando el juez aprecie de manera evidente que el patrimonio del concursado no será presumiblemente suficiente para la satisfacción de los previsibles créditos contra la masa del procedimiento ni es previsible el ejercicio de acción de reintegración, de impugnación o de responsabilidad de terceros”
Ello facilita el cierre de las empresas por insuficiencia de bienes, de manera inmediata, sin necesidad de nombrar un administrador concursal y sin la necesidad de la liquidación de bienes. Si el empresario, o autónomo, cumple con sus obligaciones legales -entre otros requisitos- puede agilizar la desaparición mercantil y registral de la empresa. Por lo tanto, el método abreviado o concurso de acreedores exprés es más rápido y sencillo que el concurso de acreedores ordinario.
Concurso de acreedores exprés: requisitos
No todas las empresas pueden solicitar este tipo de concurso, solo aquellas que cumplan los siguientes requisitos puedes acogerse a esta modalidad de concurso.
Requisitos concurso acreedores express:
- Tener la contabilidad al día.
- No tener una deuda superior a 1.000.000€
- No poseer activos inmobiliarios en propiedad.
- No pertenecer a un grupo de sociedades.
- No contar con trabajadores en la fecha de presentación del expediente.
Por lo tanto, puede acogerse a esta modalidad de concurso de acreedores PYMES o empresarios y autónomos cuya situación de insolvencia le obligue a cerrar su empresa y que no posea bienes para hacer frente a las deudas y al coste del procedimiento de concurso de acreedores ordinario.
Concurso express Nueva Ley Concursal
La actual Ley Concursal permiten al Juez acelerar la conclusión del concurso por insuficiencia de masa, capital, en el mismo auto de apertura lo que facilita a la extinción de la empresa de manera inmediata sin la necesidad de tener que nombrar un administrador concursal; con ello estamos evitando un procedimiento que se extienda en el tiempo y que pueda resultar costoso para los empresarios que se someten a el concurso de acreedores ordinario.
El modelo de solicitud concurso express debe de estar supervisado en todo momento por profesionales del sector, como son los expertos en materia de Aliter Abogados. La experiencia, y los conocimientos, de los profesionales de este despacho de Valencia son fundamentales para poder documentar el estado de insolvencia y la falta de recursos de las empresas que inician este tipo de concursos de acreedores exprés.
Este tipo de procedimientos están dirigidos a empresarios y autónomos, concurso express persona física, con el fin de poder cerrar de manera pautada y ordenada sus compañías; pero también existe la posibilidad de poder acabar con las deudas adquiridas por los empresarios a través de procedimientos como la Ley de la Segunda Oportunidad.
Concurso express y trabajadores
Una de las consultas más realizadas son las referentes a los trabajadores, en el caso que existieran, dentro de la empresa. Si la empresa no cuenta con liquidez suficiente para hacer frente a los pagos de sus trabajadores entra en escena el Fondo de Garantí Salarial (más conocido como FOGASA) quien asumirá el abono de los salarios, con ciertos límites. Estos casos pueden ser mejor explicados por los abogados laborales de Aliter Abogados que guiarán y asesorarán en todo el proceso del concurso de acreedores express a nuestros clientes.
Buscar un abogado mercantil
Este sería el primer paso que tendríamos que dar si decidiésemos que la solución más plausible para la situación de la organización es entrar en concurso. Es importante que encontremos un abogado especializado en derecho mercantil y que tenga experiencia en este tipo de casos.
Solo de esta forma podremos encontrar un asesoramiento y orientación profesional y con conocimiento de causa. Por tanto, antes de comenzar a redactar ninguna solicitud ni de acudir a los juzgados, habrá que contratar los servicios de abogados de empresas en Valencia.
Presentación de la solicitud
En el momento que contratamos a un abogado mercantil, el siguiente paso será llevar a cabo una solicitud concursal. Esta solicitud hay que presentarla, como hemos mencionado anteriormente, en los juzgados de lo mercantil de la ciudad donde esté registrada la empresa insolvente.
Dicha solicitud debe presentarse en un plazo máximo de dos meses después de que se haya sido consciente de la situación de insolvencia en la que se encuentra la compañía. Debe aclararse, además, si esta es una insolvencia real o inminente. Para ello habrá que aportar la siguiente documentación:
– Declaración de la legitimación para presentar el concurso.
– Memoria económica del deudor.
– Inventario de bienes y de derechos.
– Lista de acreedores ordenada alfabéticamente.
Cuando esta solicitud se acepta, se instaura la situación de concurso y se comienza la primera de las fases que hemos mencionado en el epígrafe anterior.
Tipos de solicitud de concurso
Otro factor que debemos tener en cuenta cuando pensamos en la solicitud de concurso es que no solo la pueden presentar los administradores de la organización.
Por el contrario, uno o varios acreedores pueden presentar esta solicitud. Si estos intuyen que los administradores no son conscientes o no quieren ser conscientes de la gravedad de la situación en la que se encuentra la compañía, podrán hacerlo.
Al igual que si valoran que los responsables de la empresa no están actuando como deberían. De esta manera, estaríamos hablando de dos tipos de solicitudes de concurso: la voluntaria y la forzosa.
Ventajas del concurso de acreedores
Ahora que se conoce toda la información acerca de cómo será el proceso concursal, vamos a hacer un repaso de sus ventajas. En el imaginario colectivo este instrumento judicial se ve como el final de la empresa. Sin embargo, para nada es así.
Siempre tenemos que pensar que esta será la única oportunidad de la empresa de seguir adelante. Por ello, cuando una organización comienza dicho trámite podrá beneficiarse de ciertas ventajas.
Consulte a un Abogado Concursal
Buscar en el BORME
La herramienta de Buscar BORME es ideal para realizar busquedas en el Boletín Oficial del Registro Mercantil sobre las sociedades que se encuentran en concurso de acreedores.
La importancia de contar con los servicios de un abogado mercantil
Uno de los factores que muchos administradores pasan por alto es el de contar con el asesoramiento de juristas especializados en temas mercantiles. En muchas ocasiones el administrador acude a su abogado particular que, aunque tendrá nociones de derecho mercantil, no estará cualificado específicamente en el mismo.
Por este motivo, hay muchas compañías que fracasan a la hora de llegar a un acuerdo con los acreedores y la situación acaba en la liquidación y cierre de la entidad. Así pues, resulta de vital importancia contar con los servicios de abogados en Valencia que sean expertos en la tramitación de un concurso de acreedores.
No obstante, para que podamos explicar adecuadamente la importancia de esto, vamos a dar una serie de razones. Dichas razones pueden ser la clave entre el fracaso o éxito del proceso concursal.
Asesoramiento especializado
Cuando decidimos que la mejor opción o solución con la que cuenta nuestra organización es la de declararse en concurso de acreedores, es importante que contemos con un asesoramiento especializado.
Los juristas expertos en derecho mercantil se habrán encontrado a lo largo de su carrera con diversas situaciones de diferentes empresas. Así pues, podrán darnos un punto de vista mucho más claro y fundamentado que un abogado no especializado en esto.
Debemos tener en mente que esta situación conlleva un estrés y presión muy elevados para el equipo directivo de una organización. Por ello, será muy necesario contar con un profesional que sepa hablarnos claro y exponernos las ventajas y riesgos que implica todo el proceso.
Orientación en cada fase
Como ya hemos expuesto anteriormente, lo primero que hay que hacer es buscar un abogado. Pues bien, al elegir uno especializado en estos asuntos conseguiremos una orientación mucho más profunda sobre qué es lo que debemos hacer.
El profesional estudiará la situación financiera y ofrecerá las diferentes opciones con las que contamos. De hecho, en muchas ocasiones se ha dado el caso de que un empresario no veía otra solución que la de declararse en concurso y, al consultar con un jurista experto, se ha barajado la posibilidad de aplicar otras medidas.
De nuevo, tenemos que pararnos a pensar en la presión a la que se ve sometido un empresario, socio o directivo que cree que su empresa va a quebrar. Esto puede llegar a nublarnos la vista de forma que no veamos otras soluciones que podrían paliar la situación.
Por otro lado, la orientación no se basa únicamente en si declararse en concurso o no. Por el contrario, esta se extiende a todo el proceso, ya que el abogado seguirá de cerca nuestro caso y nos dirá cómo debemos actuar conforme se vayan sucediendo los distintos acontecimientos.
En última instancia, cuando el concurso se dé por finalizado, podremos obtener consejo de un experto sobre cómo afrontar o bien la liquidación o bien la continuidad de la actividad económica. Tendremos acceso a una serie de pautas y consejos que no tendríamos si acudiésemos a un abogado no especializado.
Negociaciones más fructíferas
Una de las bazas más determinantes en un concurso de acreedores con la que podemos contar es una capacidad de negociación extensa. Y esto lo determinará la experiencia que tenga el letrado en estas situaciones.
De esta manera, si nos decantamos por los servicios de un jurista especializado, sabremos que tendrá más recursos a la hora de renegociar en caso de que los proveedores y colaboradores impagados no acepten el primer trato.
Buscará, ante todo, la solución más beneficiosa para la empresa
La última ventaja es que se contará con un apoyo legal que velará, por encima de todo, por el interés de la empresa. De esta manera, si nuestra empresa se encuentra en una situación económica complicada y la única salida que vemos es la de entrar en situación concursal, lo mejor que podemos hacer es recurrir a los servicios de un abogado mercantil experto.
En cuanto a los honorarios de los abogados de empresas en Valencia, cabe destacar que todo dependerá de lo que se prolongue el proceso concursal. Obviamente, habrá variaciones en el precio dependiendo del bufete, pero lo ideal no es decantarse ni por la opción más cara ni por la más barata.
Siempre hay que pagar un precio justo por una atención y asesoramiento de calidad. Ante este tipo de situaciones tan complicadas y que pueden tener repercusiones tan graves, no hay que arriesgarse a que un mal acompañamiento legal nos impida conseguir la solución más beneficiosa para nosotros.
Por tanto, si nuestra empresa se encuentra en ciernes de concurso de acreedores, nuestra mayor prioridad es asegurarnos de que el asesoramiento legal que contratemos sea especializado y tenga una amplia experiencia y trayectoria en estos procesos.