Las pérdidas que sufrirán los tenedores de preferentes y deuda subordinada de Bankia serán mucho mayores que las quitas anunciadas, al menos inicialmente. Eso se debe a que las acciones de la entidad que recibirán a cambio de sus títulos seguirán bajando en bolsa, según varios expertos consultados, una vez que se modifique su valor nominal por encima de los 0,01 euros a los que se realizará el canje, en lo que se conoce como contrasplit. Unas caídas que deberían estar en el orden del 30% o 40% para cotizar al mismo nivel que otros bancos, y como también debería ocurrir en el caso de Liberbank. Por otro lado, esta semana debe ponerse en marcha el arbitraje para que una parte de los tenedores de estos productos puedan recuperar el total de su inversión inicial.
Bankia cotizará a valor en libros después de que se le inyecten los 10.700 millones de euros del rescate europeo que ya posee su matriz, BFA, y que obtenga 4.800 millones de capital adicional por el canje de las preferentes y la subordinada por acciones. Pero ningún banco español cotiza a su valor en libros, sino por debajo: Santander y BBVA, a 0,8 veces este valor, y los medianos Popular y Sabadell, a 0,6. En consecuencia, Bankia no debería cotizar por encima de esos niveles, lo que implicaría un desplome de en torno al 40%, que significaría un porcentaje similar de pérdida para los inversores, adicional a las quitas sufridas en el canje: en torno al 39% para las preferentes, el 14% para la subordinada con vencimiento y el 46% para la subordinada perpetua.
De hecho, en el caso de Liberbank -que saldrá a cotizar con las acciones procedentes del canje de estos instrumentos-, la CNMV ha advertido a los ahorradores de que es muy probable que sufran pérdidas adicionales porque «la valoración de los instrumentos ofrecidos está basada en la valoración de las acciones de Liberbank realizada por el FROB. Una vez que dichas acciones se admitan a negociación, su precio de mercado podría situarse por debajo del valor estimado por el FROB. En este caso, los inversores que vendiesen las acciones u obligaciones ahora recibidas experimentarían una pérdida adicional».
Esta pérdida no se materializará hasta que se vendan las acciones, con lo que siempre es posible que los tenedores de preferentes recuperen en el futuro. Pero deberán elegir entre hacer líquidas sus acciones de inmediato con esta pérdida o bien mantenerlas sin poder tocar su dinero durante bastante tiempo. Ese plazo es imposible de prever, pero los expertos consultados aseguran que será largo, porque la subida necesaria para recuperar el valor inicial será muy importante: por ejemplo, si la acción sufre una caída del 40%, tendrá que subir el 66% para revalorizarse.
Por otro lado, otras fuentes recuerdan que «aunque este es el escenario lógico, tampoco hay que darlo por hecho». Y ponen el ejemplo de que la acción de Bankia cerró el viernes a 0,28 euros, cuando debería estar a los 0,01 a los que se producirá la recapitalización y el canje de preferentes. No obstante, hasta el propio José Ignacio Goirigolzarri, presidente de la entidad, ha recomendado a los inversores que no compren sus acciones hasta que se produzcan estas operaciones por la caída que debe sufrir la participación.
Para que la caída adicional se produzca, Bankia tiene que valer más de 0,01 euros, puesto que ningún valor puede costar menos que eso. Para ello, antes de que coticen las acciones procedentes del canje (o de forma simultánea), la entidad realizará lo que se conoce como contrasplit, es decir, una agrupación de varias acciones en una sola de mayor valor. Por ejemplo, Bankia podría dar una acción de 0,10 céntimos por cada 10 acciones de un céntimo (contrasplit de 1 por 10) o una acción de un euro por cada 100 acciones de un céntimo (contrasplit de 1 por 100). Todavía no está decidida la proporción de esta operación, que reducirá el ingente volumen de acciones en circulación que tendrá Bankia tras la recapitalización y el canje de híbridos: en torno a 1,5 billones (españoles) de títulos.
El arbitraje, la única esperanza
Así pues, las cosas pintan muy negras para los titulares de preferentes y subordinada. Ahora bien, tienen un rayo de esperanza en el arbitraje, que debe comenzar esta misma semana, según anunció la pasada el ministro Luis de Guindos, y para el que deben dirigirse a las propias oficinas de Bankia. Como es sabido, este proceso tendrá que pasar el filtro de la auditora KPMG y, después, será un árbitro independiente el que decida si la venta de estos títulos se hizo de forma correcta o si el cliente no fue informado debidamente de las características de estos productos.
En el caso de NovaGalicia, donde el arbitraje va más avanzado, se ha dado la razón a un 25% de los afectados aproximadamente, lo que en Bankia supondría la devolución de unos 1.250 de los 5.000 millones que tiene emitidos en estos productos. Los que reciban una respuesta favorable podrán recuperar todo su dinero en efectivo, salvo los intereses que han recibido en los últimos años y que tendrán que devolver. Si la entidad no tiene suficientes recursos para hacer frente a este coste, será el Estado español el que tenga que sufragarlo, ya que Bruselas se ha negado en redondo a inyectar más dinero por la mala praxis de la entidad.
elconfidencial.com 18-03-2013