Las prácticas comerciales abusivas de los bancos en la comercialización de productos financieros estarán vigiladas a partir de hoy por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La CNMV obligará a las entidades a seguir una serie de pautas dictadas por el supervisor europeo (ESMA, por sus siglas en inglés). A comienzos de año la CNMV avisó que a partir del 1 de febrero las entidades financieras estaban obligadas a revisar el sistema de remuneración de sus empleados con la finalidad de proteger a los ahorradores y evitar que les sean vendidos productos complejos o de difícil comprensión para su conocimiento. Con el aviso de la aplicación de las directrices dictadas el pasado mes de octubre por la ESMA, la CNMV estaba obligando al sector financiero a adaptar el sistema de incentivos (bonus o retribución variable) de su red comercial, lo que comunicó oportunamente a las organizaciones patronales a través de una carta. La aplicación de las nuevas normas también buscaba comprometer la responsabilidad de la alta dirección, encargada desde ahora de aprobar la política de remuneración variable. Además, el supervisor pretendía frenar los incentivos a corto plazo de los comerciales de las entidades mediante la venta de productos que pudieran ofrecer elevados rendimientos pero fueran incomprensibles para los inversores (como ha sucedido recientemente con la deuda perpetua, subordinadas y preferentes). La adopción de las directrices de ESMA también obliga a las entidades a vigilar el cumplimiento de las normas de conducta del sector, consistentes fundamentalmente en la correcta evaluación de la idoneidad del cliente para ser receptor de un producto financiero o la transmisión de la información adecuada al inversor. La patronal bancaria Asociación Española de Banca (AEB) indicó que estaba dispuesta a cumplir las instrucciones y recomendaciones de las autoridades con la intención de prestar el mejor servicio a sus clientes. La AEB también comentó que con la asunción de las normas emanadas de la directiva MIFID contribuirá a incrementar el nivel de transparencia en la actuación de las entidades y de su personal en la prestación de servicios de inversión y a evitar la aparición de situaciones de conflictos de interés no deseables. Por su parte y ante la aplicación de las directrices de ESMA, la Federación de Servicios de UGT (FeS-UGT) solicitó que las cuestiones vinculadas a la retribución variable fueran tratadas en la negociación de los convenios colectivos estatales de banca y ahorro. El sindicato criticaba que la ESMA desdeñara a la representación de los trabajadores en la fijación de estos conceptos salariales, que quedan en manos de la alta dirección y que afectan a un sector con 150.000 empleados.

 Expansión.com 2-2-2014