Abogados de reestructuración empresarial
Una reestructuración empresarial es una transformación que, por un lado, implica la continuidad del funcionamiento de tu compañía pero, por otro, supone un cambio de estructura o de modelo. Como todos los cambios, es posible que siquiera el hecho de plantearlo asuste. No obstante, en no pocas ocasiones acaba implicando un mayor crecimiento económica.
En Aliter Abogados entendemos que el proceso de reestructurar una empresa es una decisión crucial que puede marcar la diferencia entre el estancamiento y el éxito. Nuestro abogado para reestructuración empresarial se especializa en convertir esos momentos de incertidumbre en oportunidades de fortalecimiento y crecimiento.
La reestructuración empresarial no solo se trata de cambiar la fisonomía de la empresa. Es también una reinvención estratégica que requiere un asesoramiento financiero meticuloso y una gestión financiera experta. Nosotros no solo observamos los números, también analizamos tendencias, exploramos nuevas estrategias empresariales y brindamos una consultoría financiera integral para asegurarnos de que cada paso que das hacia la reorganización empresarial esté firmemente cimentado en una base sólida y visionaria.
Entendemos que reestructurar una empresa es también definir su núcleo, su esencia. Por eso, nuestro enfoque no se limita a los aspectos técnicos, sino que abarcamos el proceso en su totalidad, asegurándonos de que cada pieza del rompecabezas encaje perfectamente, desde la redefinición de roles hasta la implementación de sistemas más eficientes.
En Aliter Abogados no solo te ofrecemos una ruta hacia la reestructuración empresarial, te acompañaremos en cada paso, garantizando que el camino que elijas esté alineado con tus objetivos, tus valores y, sobre todo, con el potencial de crecimiento económico de tu empresa. Cuando se trata de transformar y prosperar, no solo se trata de cambiar, se trata de evolucionar con inteligencia, precisión y visión de futuro. En Aliter Abogados encontrará su abogado para reestructuración empresarial de confianza.
Índice de Contenidos
- 1 Abogados de reestructuración empresarial
- 1.1 ¿Qué es la reestructuración de una empresa?
- 1.2 ¿Cómo reestructurar una empresa de forma exitosa?
- 1.3 El análisis previo
- 1.4 Una visión de futuro motivadora para todos
- 1.5 Elimina las duplicidades
- 1.6 Innova
- 1.7 Ten cuidado con los recortes en tu plantilla
- 1.8 Cinco fases para la reestructuración de una empresa
- 1.9 Tipos de reestructuración empresarial
- 1.10 Ventajas de la reestructuración empresarial
- 1.11 Consejos para la reestructuración de una empresa
- 1.12 ¿Hablamos?
¿Qué es la reestructuración de una empresa?
La reestructuración empresarial consiste en la adopción de un modelo distinto de negocio mediante un proceso que, pretende, tanto garantizar la competitividad actual que tengas en el mercado como hacerla crecer en el futuro, así como continuar con su funcionamiento. En ocasiones, resulta necesario poder adaptarte a un nuevo modelo operativo o a las nuevas necesidades económicas que se presentan.
Con los cambios en el consumo y las crisis económicas que se han presentado en los últimos años, muchas empresas se ven obligadas a hacer reestructuraciones, sean del tipo que sean. Más aún está ocurriendo ahora, tras el impacto, también económico y no solo personal, que la crisis sanitaria generada por la COVID-19 ha generado. El objetivo principal que tiene un plan de reestructuracion empresarial es reducir los costes, haciendo más rentable su actividad.
No obstante, no siempre una reestructuración implica que la empresa esté en un mal momento. También es posible que desees hacer uno únicamente para que tu industria se adapte a las novedades de mercado o incluso a novedades tecnológicas. Aun así, pueden suponer cambios muy grandes, sobre todo para tu plantilla, ya que puede suponer hacer muchos recortes, aunque también para tus finanzas.
Si quieres reestructurar tu empresa e innovar, además de los consejos que te vamos a dar para que lo hagas de forma exitosa, te recomendamos que, ante todo, intentes tener una previsión suficiente. La anticipación conlleva una planificación mucho mejor y hará posible que la adaptación encaje perfectamente con el modelo empresarial que deseas. Por eso, lo consideramos uno de los principales ingredientes para tener éxito en el proceso y a lo largo de los años posteriores.
La reestructuración de una empresa, además, implica una alteración, de modo que se agreguen elementos o que se eliminen de la estructura. La modificación que realices podrá recaer sobre la producción, sobre las inversiones que llevas a cabo, sea en el área que sea, sobre el presupuesto que dedicas o, como te hemos indicado, sobre la plantilla de tus trabajadores.
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¿Cómo reestructurar una empresa de forma exitosa?
Seguro que hay muchas fases por las que ha pasado tu empresa desde sus inicios en los que has escuchado la palabra emprendimiento. Ahora, es momento de utilizarla de nuevo, ya que emprender no es únicamente abrir tu negocio por primera vez. Cuando realizamos un cambio como el que supone reestructurar una compañía, también estamos emprendiendo y es recomendable llevarlo con ganas e ilusión.
Sin embargo, al igual que ocurre al empezar y por mucha experiencia que lleves detrás, hay ciertos puntos claves comunes a todo tipo de sectores que puedes tener en cuenta para que tu reestructuración sea exitosa. Cuando tenemos un negocio, es difícil tomar ciertas decisiones por puro apego emocional. Sin embargo, hacer bien tu reestructuración puede llevarte al éxito o al cierre definitivo, así que es importante pensar con claridad en cada paso que des.
Cinco fases para la reestructuración de una empresa
Los planes de reestructuración implican pasar por diferentes fases. Antes de lanzarte a ellas, es fundamental hacer un estudio en el que busques las distintas formas de que la liquidez mejore. De este modo, evitarás el colapso del negocio durante todo el proceso. También, te recomendamos tener muy claro cuáles son tus puntos débiles para saber abordarlos, y tener mecanismos de revisión y control del riesgo.
Tipos de reestructuración empresarial
Los cambios en una empresa siempre tienen el objetivo de mejorar, ya sea un aspecto u otro. Las modificaciones pueden ser de diferentes tipos, dependiendo del aspecto que se necesite cambiar o del modelo que quieras adoptar. A pesar de que implique un cambio, te recomendamos que la reestructuración afecte lo menos posible a cómo se desarrolla tu actividad.
Este tipo de reestructuraciones suelen ser las más amplias, ya que suponen un cambio de titularidad, una fusión o una compraventa. Se produce una alteración en los pasivos financieros del negocio y dependen de la situación previa en la que se encontrara antes la empresa, pero igualmente suele suponer siempre una contribución externa para poder sostenerse.
Por desgracia, este tipo de reestructuración no lleva detrás un consenso siempre. Existen ocasiones en las que a causa de una reestructuración financiera por deudas, los acreedores acaban ejerciendo el control sobre tu negocio. De este modo, podemos relacionar esta alteración con operaciones conjuntas, con fusiones o con adquisiciones.
En la actualidad, las reestructuraciones tecnológicas son bastante frecuentes, ya que las nuevas tecnologías están en continuo avance y casi todas las empresas desean apostar por la transformación digital. La innovación que supone, casi siempre afecta en mayor grado a los empleados, tanto para bien como para mal. Para algunos supone comodidad, para otros, sustitución.
Sin embargo, la reestructuración tecnológica puede generar un cambio en prácticamente cualquier aspecto de la empresa. Así, puede conllevar que se implanten acciones formativas para los trabajadores, que se automaticen ciertas funciones o que se utilice la tecnología como apoyo, etc. Es uno de los cambios más atractivos que realizar, ya que supone la adaptación a los nuevos avances.
Algunas veces, para que se produzca una reestructuración tecnológica, es necesario llegar a un acuerdo con terceros. Esto se debe a que las innovaciones de esta clase podrían requerir una inversión en nuevos recursos que tienen altos costes o un conocimiento técnico del que no se dispone, hasta el momento, en la empresa.
Las reestructuraciones internas suelen tener bastante complejidad, ya que normalmente se hacen con el objetivo de incrementar la eficiencia. Por tanto, cada departamento necesita un profundo análisis antes de que puedas saber qué cambios tienes que realizar.
Además, este tipo de modificaciones pueden estar enfocadas a todo tipo de ámbitos empresariales. De hecho, puede ir de la mano de cambios tecnológicos o financieros como los que te hemos explicado en los dos apartados anteriores. Lo importante es descubrir qué es lo que necesita una mejora para continuar teniendo beneficios.
Lo que determina que una reestructuración sea interna es el tipo de recursos que hay que destinar a solucionar la dificultad financiera del momento y conseguir más productividad. En cualquier caso y, del modo que sea, el objetivo debe ser el mencionado al principio: la eficiencia entre los departamentos y establecer una comunicación adecuada entre ellos.
Ventajas de la reestructuración empresarial
Una de las ventajas de las reestructuraciones empresariales va muy unida a uno de sus objetivos: eliminar lastres. Las modificaciones que se hagan deben garantizar la continuidad de la empresa, mientras que se incrementa su viabilidad a través de un nuevo modelo. Pero dejando a un lado estos beneficios de los que hemos venido hablando, puedes disfrutar de otras importantes ventajas.
1. Optimizar el negocio mediante la viabilidad de sus operaciones
Las decisiones que se toman en una reestructuración nos llevan a la optimización de las operaciones. Tanto si se trata de realizar una inversión como si acabamos descubriendo que la rentabilidad de otras que ya teníamos hechas es baja, el resultado es el mismo: ganar un alcance mayor. La reestructuración es una oportunidad única para eliminar costes y conseguir hacer más con menos dinero.
2. Optimizar los procesos de la empresa
Si antes hablábamos de la optimización de las operaciones que hagas en la empresa, ahora queremos recalcar la de los procesos. Este tipo de mejoras se producen por las automatizaciones, lo cual suele simplificar las tareas y ahorrarte tiempo. También, conseguirá simplificarlas.
3. Tomar mejores decisiones
Cuando se produce un cambio como el de una reestructuración, normalmente se llega a acuerdos diferentes, de modo que se redefinen tanto las competencias que cada uno tiene en la empresa como las responsabilidades. Además, al delimitar nuevas competencias, también se vuelven a definir los perfiles que tienes en tu empresa. La traducción es un aumento de calidad en la actividad.
4. Una reorganización más adecuada a la estrategia
Cuando vas a alterar el modelo de empresa que tienes, es recomendable crear una visión muy clara de hasta dónde deseas llegar. Así, cada paso que des dentro de tu negocio irá en consonancia con el objetivo que te has marcado. Es decir, con la estrategia empresarial. Además de ser una ventaja a considerar, es uno de los puntos claves para que tu plan de reestructuración sea exitoso.
5. Proteger tu patrimonio
Uno de los beneficios más importantes cuando vas a reestructurar tu negocio es la protección de tu patrimonio. Al hacer esta alteración, separas tu propio capital de aquel que has conseguido con el desarrollo de tu actividad. Este factor tiene anudadas, a su vez, otras ventajas, como por ejemplo que solicitar financiación sea más barato o que solo el patrimonio que no esté afecto responda de los riesgos.
Consejos para la reestructuración de una empresa
Aunque ya te hemos hablado de cómo hacer que tu reestructuración sea exitosa, todavía nos quedan unos consejos fundamentales para asegurarte de que tomas las decisiones correctas. Cada uno de los pasos que des en el proceso de reestructuración va condicionado al éxito. Por eso, es muy importante que seas objetivo en todo lo que haces.
No siempre es así, pero es frecuente que un plan de reestructuración empresarial se lleve a cabo por falta de liquidez. El no poder afrontar los pagos nos genera malestar, lo que hace que la subjetividad invada nuestras decisiones. Si es necesario, incluso consigue asesoramiento externo para no tomar ninguna decisión relacionada con tu negocio de una forma emocional.
1. No pierdas tu tiempo en buscar responsabilidades
Céntrate en cómo hacer que la reestructuración sea exitosa y evita gastar tu tiempo y energía en culpar a terceros de la falta de fluidez. No importa si lo que ocurre es que no te han concedido financiación o que el equipo de gestión no haya sido capaz de gestionar ciertos aspectos de la empresa. Ahora, lo realmente relevante es tener la mirada hacia un futuro más próspero.
2. Define tu estrategia ¡y no lo hagas solo!
La estrategia y el plan deben estar muy definidos antes de que los pongas sobre la mesa. Ayúdate, para tener más perspectiva, a la hora de desarrollar tu negociación. Uno de los puntos más importantes es que tengas claro qué aspectos son negociables y por cuáles no estás dispuesto a ceder. También, intenta anticiparte a las dificultades que puedan surgir.
Algo que te puede ser de gran utilidad es desarrollar contraofertas que puedas hacer cuando presentes tu plan de reestructuración a una entidad financiera. Por último, estima el mínimo de garantías que consideras necesarias para llevar a cabo tu proyecto.
3. Sé realista y ten mucha paciencia
Uno no se adapta a los cambios de un día para otro, ni el empresario ni los trabajadores, incluso aunque dicha alteración sea para alcanzar algo mejor. Por eso, te recomendamos que seas realista y que dejes margen cuando planifiques los diferentes procesos que vas a realizar.
Poco a poco, os iréis acostumbrando a los nuevos horarios, a la nueva forma de trabajar y a todo lo vaya siendo necesario cambiar. Sin embargo, la paciencia es fundamental durante todas las fases, así como posteriormente. No todo sale como se quiere la primera vez, ni todo el personal sabe reaccionar del mismo modo.
4. Sé honesto
Sé honesto con lo que tienes pensado hacer y deja que todo el equipo forme parte del cambio, en mayor o en menor medida. En cada momento, no ocultes cuáles son tus verdaderos objetivos para que el cambio no sea repentino y para no crear desconfianza entre los trabajadores. El malestar que se puede llegar a generar, puede influir directamente en la productividad y obstaculizarte el camino.
5. Ten resiliencia e invita a los demás a tenerla
Si vas a reestructurar tu empresa, eres el primero que tiene que desarrollar adaptación a los cambios. Además, vas a ser, de algún modo, el guía o el ejemplo de tus empleados a la hora de reaccionar, ya que se entiende que eres el que más información va a tener sobre cómo va el proceso, por lo que la tensión que muestres también puede generar malestar en la empresa.
Además, si has decidido realizar dicha reestructuración, no tengas un miedo excesivo, incluso aunque tu perspectiva sobre la situación no sea adecuada. La reestructuración es un proceso natural en la vida de los grandes negocios, por lo que si has llegado a ese punto, es que tienes una empresa con una gran capacidad de alcanzar el éxito. En muchísimas ocasiones, además, este tipo de cambios nos llevan hacia el crecimiento, así que intenta hacerlo con ilusión.
6. Déjate asesorar por expertos
Contar con una asesoría para expertos te dará una perspectiva técnica de tu proyecto. Además, las asesorías tienen experiencia en este tipo de cambios, ya que no lo hacen una vez, sino que es a lo que se dedican día tras día. Por tanto, seguro que acabarás agradeciendo su punto de vista.
En conclusión, hay ocasiones en las que un negocio se ve obligado a llevar a cabo una reestructuración de la empresa. Esto puede ocurrir por un cambio de competencia en el mercado, pero también por razones externas, ya sean económicas o tecnológicas, así como incluso gubernamentales o sociológicas.
La reestructuración empresarial supone indudablemente un cambio. En ocasiones, puede suponer el éxito o el cierre de la sociedad. Si bien, este cambio no suele ser tan drástico cuando se hace con suficiente antelación, la cual nos ayudará a ser más previsores. Teniendo en cuenta el factor tiempo y los consejos para que el plan de reestructuración sea exitoso, será menos difícil lanzarte al cambio.